miércoles, 10 de junio de 2009

Las TIC en el aula


Las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) son un conjunto de servicios, redes, software y dispositivos que tienen como fin la mejora de la calidad de vida de las personas dentro de un entorno, y que se integran a un sistema de información interconectado y complementario.

La incorporación de las TIC en la sociedad actual es una realidad incuestionable y en especial en el ámbito de la educación aporta una gran fuente de recursos y materiales didácticos que influyen de manera significativa en la enseñanza y el aprendizaje de la comunidad estudiantil. Un sistema de aprendizaje basado en las Tecnologías de la Información y la Comunicación aportan sin duda un valor añadido al actual sistema educativo y abre las puertas a nuevos paradigmas educativos y de formación.

El rol de las Nuevas Tecnologías de la información en los procesos de cambio social y cultural cobra particular relevancia en el ámbito educativo. En este sentido, Edith Litwin (1995) sostiene que ciertas concepciones sobre las reformas de los sistemas educativos en distintos países, atribuyen a la incorporación de estos recursos un efecto determinante en la mejora de la calidad del proceso enseñanza-aprendizaje. Las tecnologías de la información se aplican al campo pedagógico con el objeto de racionalizar los procesos educativos, mejorar los resultados del sistema escolar y asegurar el acceso al mismo de grupos convencionalmente excluidos.

Sin embargo, para que las Nuevas Tecnologías de la información se apliquen como Nuevas Tecnologías de la educación es preciso como señala Vázquez Gómez (1987), que se cumplan ciertos requisitos básicos, tales como contar con una adecuada fundamentación en modelos antropológicos, culturales y educativos que favorezcan una intervención didáctica apropiada, además de una adecuada formación de los profesores y otros especialistas de la educación.

Las Nuevas Tecnologías y su incorporación al ámbito educativo promueven la creación de nuevos entornos didácticos que afectan de manera directa tanto a los actores del proceso de enseñanza-aprendizaje como al escenario donde se lleva a cabo el mismo. Este nuevo entorno, creado a partir de las Nuevas Tecnologías requiere, según Cabero Almenara (1996), un nuevo tipo de alumno; más preocupado por el proceso que por el producto, preparado para la toma de decisiones y elección de su ruta de aprendizaje. En definitiva, preparado para el autoaprendizaje, lo cual abre un desafío a nuestro sistema educativo, preocupado por la adquisición y memorización de información y la reproducción de la misma en función de patrones previamente establecidos.

Es por ello que las Nuevas Tecnologías aportan un nuevo reto al sistema educativo que consiste en pasar de un modelo unidireccional de formación, donde por lo general los saberes recaen en el profesor o en su sustituto el libro de texto, a modelos más abiertos y flexibles, donde la información situada en grandes bases de datos, tiende a ser compartida entre diversos alumnos. Frente a los modelos tradicionales de comunicación que se dan en nuestra cultura escolar, algunas de las tecnologías generan una nueva alternativa tendiente a modificar el aula como conjunto arquitectónico y cultural estable donde el alumno puede interactuar con otros compañeros y profesores que no tienen por qué estar situados en un mismo contexto espacial.

Esta nueva perspectiva espacio-temporal exige nuevos modelos de estructuras organizativas de las escuelas que determinen no sólo el tipo de información transmitida, valores y filosofía del hecho educativo, sino también cómo los materiales se integran en el proceso de enseñanza-aprendizaje, las funciones que se le atribuyen y los espacios que se le concede.

En esta línea, Escudero Muñoz (1995) propone para una integración aceptable de las Nuevas Tecnologías de la información y comunicación, “la preexistencia de un programa o proyecto pedagógico, como marco de sentido y significación para decidir sobre el cuándo, cómo y porqué del uso o no de un determinado medio o tecnología” (406). Esta integración escolar de las Nuevas Tecnologías exige una línea de argumentación propiamente educativa, centrada en reflexionar y debatir sobre qué cuestiones ideológicas entran en juego al utilizar en la educación ciertos medios dentro de sus posibilidades educativas, administrativas, y culturales.

Para que los medios queden integrados en el trabajo cotidiano de las aulas, se requiere la participación activa de un elemento clave: el profesional de la educación. Es él quien, en cada situación de aprendizaje, con sus decisiones y su actuación, conseguirá que el medio quede integrado. Desde esta perspectiva es evidente que el papel que debe desempeñar el profesor ha de sufrir un cambio profundo con respecto al que ha ejercido de forma tradicional. El profesor pasará de ser el elemento predominante y exclusivo en la transmisión de conocimientos a convertirse en una pieza clave del proceso enseñanza-aprendizaje, como elemento mediador generador y organizador de situaciones las situaciones de aprendizaje.

El profesor constituye una pieza esencial de todo proceso de mejora cualitativa de la enseñanza, para lo cual su formación inicial en Nuevas Tecnologías resulta fundamental. De ahí que haya que plantearse seriamente el tema de la formación de docentes en el uso de las Nuevas Tecnologías desde planteamientos pedagógicos que garanticen la verdadera integración de estas herramientas en la realidad escolar.


Ventajas de la aplicación de las TIC en el aula


Aunque las investigaciones sobre este tema todavía se encuentran en una fase temprana, se han podido constatar algunas ventajas educativas derivadas de la introducción de las nuevas tecnologías en las aulas, tales como aumento de interés por la materia estudiada, mejora en la capacidad para resolver problemas, mayor confianza del alumno, incremento de la creatividad y la imaginación, etc. Se ha comprobado especialmente la utilidad de las TIC para los estudiantes con motivación escasa y bajas habilidades, debido a que la flexibilidad de las mismas permite adaptarse al ritmo y capacidad del alumno.Alineación al centro

Otro de los impactos del uso de estas herramientas está en los contenidos curriculares, ya que permiten presentar la información de una manera muy distinta a como lo hacían los tradicionales libros y vídeos. Para empezar, se trata de contenidos más dinámicos con una característica distintiva fundamental: la interactividad. Ello fomenta una actitud activa del alumno frente al carácter de exposición o pasivo, lo que hace posible una mayor implicación del estudiante en su formación. Los nuevos contenidos permiten la creación de simulaciones, realidades virtuales, hacen posible la adaptación del material a las características nacionales o locales y se modifican y actualizan con mayor facilidad. Los profesores, además, tienen la posibilidad de generar contenidos educativos en línea con los intereses o las particularidades de cada alumno, pudiendo adaptarse a grupos reducidos o incluso a un estudiante individual.


Inconvenientes de la aplicación de los TIC en el aula


Uno de los principales inconvenientes va a ser la dispersión de la información debido fundamentalmente a la ingente cantidad de contenidos que encontramos en la red, lo que puede llevar al alumno a desviarse de los objetivos principales de la actividad, además de complicar mucho llegar al objetivo de encontrar lo que buscamos, ya que cuando empleamos un buscador nos salen tantas fuentes que tendríamos que dar a los alumnos unas orientaciones de cómo buscar y seleccionar los contenidos que queremos que lleguen a ellos realmente.

Además de la dificultad de encontrar los contenidos adecuados la red puede también ofrecer para los alumnos la tentación de entrar en páginas de ocio, juegos, videos, etc., perdiendo el objetivo principal del empleo de las TIC. Todas estas dificultades tendrán el factor común de llevar consigo la pérdida de tiempo, a lo que se suma los factores técnicos en tanto en cuanto se nos queda el ordenador “colgado”, no hay conexión a internet, no existe la página y otros factores que todos hemos padecido alguna vez frente al ordenador.

Otras veces las informaciones que encontramos no son fiables, hay muchas páginas donde el contenido no es científico o simplemente es opinable, la misma wikipedia, muy utilizada, puede llegar a contener contenido incorrecto ya que cualquier usuario puede editar las distintas páginas. La tendencia de los alumnos a recortar el tiempo puede llegar a utilizar indebidamente la función de copiar y pegar, por lo que deberemos hacer un esfuerzo extraordinario para evitar esta desviación en nuestro objetivo. El ordenador puede llegar también a cansar o aburrir por su excesivo uso, con lo cual perderíamos la ventaja más importante que es la de la motivación.


Bibliografía:

http://es.wikipedia.org/wiki/Tecnolog%C3%ADas_de_la_informaci%C3%B3n_y_la_comunicaci%C3%B3n

http://www.unrc.edu.ar/publicar/cde/Elstein.htm

http://rincondelbibliotecario.blogspot.com/2008/10/tecnologa-en-el-aula-las-tic-en-el.html

http://www.eumed.net/rev/cccss/02/vsp2.htm

El vídeo en el aula

El vídeo en el aula no puede funcionar en el vacío sino en un contexto. Desgraciadamente está mal utilizado, probablemente por la falta de formación en el profesorado. O porque la formación se limita con frecuencia a la dimensión tecnológica; falta formación en lo audiovisual como forma diferenciada de procesamiento de las informaciones y, en consecuencia, como posibilidad didáctica específica.

Falta también un proyecto. Con frecuencia la incorporación del vídeo se hace con improvisación, sin un plan racional previamente establecido. Y se hace más por presión social que para dar respuesta a unas necesidades contrastadas. El proyecto de integración debería incluir, además de la formación del profesorado y de la adquisición de equipos y de material de paso, la creación de la figura del responsable de la comunicación audiovisual, una persona encargada de impulsar y dinamizar el audiovisual educativo en el centro, un responsable con una formación específica, entendido sobre todo no como técnico o como reparador de equipos, sino como pedagogo especializado en la expresión y en la didáctica audiovisuales.

En cualquier caso, la formación es imprescindible porque el vídeo no es una tecnología milagrosa. Un mal programa será tan ineficaz como un mal profesor. Lo importante es la manera como se procesan las informaciones y el uso didáctico que se hace de él. A partir de estas premisas, cabe plantearse una serie de posibilidades diferenciadas en la integración del vídeo en el aula, porque puede potenciarse la eficacia del vídeo en el aula diversificando su uso, siempre si el profesor usa estrategias para evitar un exceso de información, excesiva duración y complejidad narrativa.

Con frecuencia el uso didáctico del vídeo se limita al uso de vídeos didácticos. Habría que abrir nuevas perspectivas. Pero, aun en el caso del uso de videogramas, se superarán las rutinas si se juega con un doble parámetro diferenciador: diversificando las modalidades de uso y las funciones didácticas. Veamos algunos ejemplos:

La vídeo-lección es un programa en el que se exponen unos contenidos de forma sistematizada y exhaustiva. Sería como una clase magistral, pero dada por el vídeo. La mayoría de los programas didácticos que hay en el mercado son vídeo-lecciones.
Siendo el vídeo una tecnología audio-visual-cinética, las vídeo-lecciones serán especialmente indicadas para la transmisión de contenidos de carácter audio-visual-cinético. En estos casos ningún buen profesor podrá ser más eficaz que una buena vídeo-lección.
Las vídeo-lecciones serán didácticamente eficaces si se utilizan con una función informativa, para transmitir informaciones que precisan ser oídas y/o visualizadas. Pueden usarse igualmente como refuerzo de la explicación previa del profesor. Pero pueden emplearse también con una función evaluativa; basta eliminar la banda sonora; en este caso los alumnos deberán dar nombre a lo que van viendo, prever las consecuencias de un proceso o descubrir las causas de una situación. O con una función investigadora; bastará darles un cuestionado antes del visionado, con la intención de que extraigan del programa las informaciones pertinentes.

El programa motivador es un programa destinado fundamentalmente a suscitar un trabajo posterior al visionado. Más que exponer unos contenidos, el videograma motivador provoca, interpela, cuestiona, suscita el interés. Si la vídeo-lección trabaja con la pedagogía del durante (el aprendizaje se hace básicamente durante el visionado), el programa motivador trabaja con la pedagogía del después (el aprendizaje se realiza sobre todo después del visionado, pero gracias al interés suscitado por el programa).

Un buen programa motivador tiene dos ventajas: garantiza la motivación (sin motivación no hay aprendizaje) y se inserta en el marco de una pedagogía activa.

El vídeo-apoyo es un conjunto de imágenes que sirven para ilustrar el discurso verbal del profesor. Sería el equivalente a las diapositivas de apoyo, pero en el caso del vídeo-apoyo se trabaja con imágenes en movimiento. Es especialmente indicado para sacar provecho de las vídeo-lecciones inadecuadas; por ejemplo, porque son excesivamente discursivas, porque tienen un exceso de lenguaje verbal o porque este lenguaje no se adecua a las imágenes o al nivel de comprensión de los alumnos.
El vídeo-apoyo no aprovecha las posibilidades expresivas del lenguaje audiovisual; de hecho, asume su condición de lenguaje verbal ilustrado con imágenes. Pero tiene algunas ventajas: permite adaptar el discurso del profesor al nivel de comprensión de los alumnos o a su situación en un momento dado; mediante su uso puede suscitarse la participación de los alumnos durante el visionado; puede ponerse directamente en manos de los alumnos, para que ilustren su propia exposición oral... Por otra parte, el vídeo-apoyo puede emplearse también cumpliendo diversas funciones didácticas: con una función informativa, motivadora, evaluativa o investigadora.

• Vídeo-lección, programa motivador y vídeo-apoyo son, los tres, posibilidades válidas y potencialmente eficaces, pero cada uno resultará más adecuado para unos contenidos específicos o para un momento concreto del proceso de enseñanza-aprendizaje. Y, en cualquier caso, el predominio de uno de ellos pondrá de manifiesto la tendencia pedagógica de un centro escolar.
Un proyecto de integración del vídeo en el aula no debería olvidar la dimensión de la pedagogía de la imagen, es decir, la educación de los alumnos para una utilización humana, reflexiva y crítica, de los medios de masas audiovisuales. En las sociedades industrializadas ver televisión se ha convertido en la actividad a la que más tiempo dedican los estudiantes, después de dormir (teniendo en cuenta las vacaciones y los fines de semana). En este contexto, una escuela que no enseña a ver televisión ¿para qué mundo prepara?

La tecnología del vídeo es sumamente funcional para este tipo de enseñanza. El vídeo permite analizar a fondo los recursos formales de secuencias de films o de series, los mecanismos de persuasión utilizados en los spots publicitarios, el planteamiento utilizado en los informativos... También en este caso el hecho de poder repetir cuantas veces sea preciso, de poder congelar las imágenes, de poder modificar su cadencia paso, de poder suprimir la banda sonora... facilita enormemente este aprendizaje. Como lo facilita la experimentación de la expresión audiovisual mediante la utilización de la cámara.

Lo ideal es que la educación en los medios de masas se realice en el aula de una manera interdisciplinar. Al cine, a la televisión o a la publicidad cabe acercarse tanto desde el área de lengua como desde la educación plástica o musical. Desde las ciencias naturales se podrán afrontar cuestiones relativas a la tecnología, y desde las ciencias sociales las cuestiones humanas o éticas.

Los talleres de vídeo

El taller de vídeo es una de las actividades más creativas que pueden realizarse con la tecnología del vídeo. Consiste en poner la tecnología en manos de los alumnos para que se expresen de la manera más creativa posible. Se pretende que los alumnos aprendan, en el campo de lo audiovisual, a interpretar los mensajes y a crear mensajes, del mismo modo que, en el campo del lenguaje, aprenden a un tiempo a leer y a escribir. Y, así como en la lengua no se pretende que sean un Cervantes o un Cela, en lo audiovisual tampoco se trata de que se conviertan en un Hitchcock o un Orson Welles. Se trata de que aprendan a expresarse en un sistema de expresión distinto, de acuerdo con sus posibilidades.

Mediante la cámara los alumnos pueden crear historias o elaborar productos creativos, en la línea del vídeo-arte, que aprovechen las peculiaridades de la imagen electrónica para generar belleza.

Mediante el magnetoscopio, los alumnos pueden reelaborar productos preexistentes; por ejemplo, modificando el sentido de unas imágenes mediante la alteración del orden de los planos, o mediante mezclas creativas; o mediante el cambio de la banda sonora...
Se intentará, en cualquier caso, que aprendan a ser creativos, a romper moldes, que eviten reproducir los discursos tópicos de los medios de masas audiovisuales. Y que, de manera gradual, descubran los mecanismos de producción de sentido y de belleza que rigen en la expresión audiovisual.

Cabe también la posibilidad de plantear el taller de vídeo con un carácter interdisciplinar. En este caso se producirían programas que fueran útiles para otras áreas de la enseñanza. O se producirían con el apoyo de los profesores de otras áreas.

Para saber más

Bibliografía recomendada

Bartolomé, A. R. (1989). Nuevas tecnologías y enseñanza. Barcelona: Graó-ICE de la Universidad de Barcelona.
(Desde una óptica pedagógica, se hace un recorrido por las nuevas tecnologías, desde la informática y el vídeo hasta las telecomunicaciones y los sistemas integrados)
Ferrés, J. (1992). Vídeo y educación. Barcelona: Paidós. (Segunda edición, corregida y aumentada, del libro aparecido en Laia en 1988. Teoría y práctica del vídeo educativo. Reflexión sobre los motivos de su integración y sobre los criterios que deberían regirla. Propuestas para una integración variada y eficaz)
Ferrés, J. (1988). Cómo integrar el vídeo en la escuela. Barcelona: CEAC.
(Incluye abundantes sugerencias de aplicación del vídeo a cada área de la enseñanza, tanto mediante el uso del magnetoscopio como mediante el de la cámara)
Lonergan, J. (1985). El vídeo en la enseñanza de idiomas. León: Academia.
(Interesantes sugerencias para la aplicación del vídeo en el área de idiomas. De utilidad también para profesores de lengua)
Mallas, S. (1985). Vídeo y enseñanza. Barcelona: ICE de la Universidad de Barcelona. (Presentación amplia y competente de los aspectos técnicos y organizativos del vídeo en el aula)
Varis. Colección Vídeo y educación. (Fundación Serveis de Cultura Popular y Alta Fulla, Barcelona. Colección de opúsculos, prácticos y asequibles, sobre las diversas dimensiones que supone la integración del vídeo en la enseñanza, desde el uso de videogramas hasta el de la cámara, el guión, la producción, etc.)

Algunas direcciones de interés

• Fundación Serveis de Cultura Popular (C. Provença 324, 08037 Barcelona, tel. 93-258 30 04). Posee el mayor catálogo de vídeos didácticos y la única colección de libros enteramente dedicada al vídeo educativo.
• Los CAR (Centros de Apoyo y Recursos) en el país Vasco, los Centros de Recursos en Cataluña y los CEP (Centros de Profesores) en el resto de España facilitan programas de vídeo y libros sobre el tema mediante el sistema de préstamo gratuito.
• Cinemedia (Deu i Mata 101-103, 08029 Barcelona, tel. 93-). Ofrece un amplio catálogo de vídeos y películas, procedentes de multinacionales, que cede gratuitamente.
• Subdirección de comercialización y ventas de RTVE (C. Gobelas 35-37, La Florida, 28023 Madrid, tel. 91-581 70 00). Venta de las series educativas y culturales de RTVE.
Otras informaciones
• TVE emite diariamente por su segunda cadena el espacio educativo La aventura del saber. La sección fija del lunes es Cosmos, dedicada a las ciencias; la del martes es Polis, sobre las ciencias sociales. El miércoles se emite Logos, vinculado a la comunicación y lenguajes; el jueves, Europa, sobre tecnología y descubrimientos; y el viernes Ágora, dedicado al debate y al diálogo.
• Se ha creado recientemente APUMA, Asociación de Profesores/as Usuarios de Medios Audiovisuales. Los objetivos son: elevar y actualizar el nivel profesional y pedagógico de los profesores usuarios de medios audiovisuales; impulsar el desarrollo de las investigaciones relativas al uso de los medios audiovisuales en la educación; y servir de nexo entre los profesores para intercambio de ideas y experiencias. Para información dirigirse a APUMA, Raúl Luna Lombardi, C. Peña Iville 7, bajo B, 28031 Madrid.

Bibliografía:

http://www.lmi.ub.es/te/any93/ferres_cp/#anchor778418

martes, 9 de junio de 2009

La alfabetización audiovisual



Una de las principales alfabetizaciones es la audiovisual. Los contenidos audiovisuales son medios principales de comunicación social; la televisión es la principal fuente de información para las personas, que pasan frente a ella más tiempo que en la escuela, y necesitan capacidad para distinguir información, publicidad, narración, y sus códigos. Además, la integración de Medios que se viene dando (televisión, internet, ordenador, videoconsola), y sobre todo la Televisión Digital Terrestre, que traerá cientos de canales y muchas más posibilidades de interactuar con los contenidos, la hace cada día más importante.

Los productos audiovisuales tienen una función narrativa-descriptiva, estética y semántica. El significado de los elementos morfosintácticos de una imagen depende de su articulación dentro del mensaje que se quiere transmitir. Por eso hay que considerar:

El significado denotativo (objetivo), propio de la imagen.

Los posibles significados connotativos (subjetivos), que dependen de las interpretaciones que haga el lector.




Bibliografía:

http://www.alfinred.org/blog/2005/contenido/16

http://rafa5.files.wordpress.com/2008/03/otras_tic_son_posibles004_0021.jpg

http://camyna.com/wp-content/uploads/2008/01/20060928230647-portatil.jpg